LUEGO DEL ESFUERZO... LA SATISFACCIÓN! OSU
Un día pasó ya de este evento, que si bien es nuevo para Mercedes, no lo es para el Kyokushin Karate. Desde los orígenes de Kyokushinkaikan, Sosai Oyama solía realizar todos los años en el monte Mitsumine el tradicional Winter Camp o Campamento de Invierno. El objetivo de esta actividad era hacer vivenciar a los estudiantes de Kyokushin en un entorno natural, agreste y rudo, el verdadero espíritu del Budo. Oyama Sosai había estado mucho tiempo entrenando solo en esa montaña bajo las peores condiciones, y solo en ese entorno fue que logró desarrollar un espíritu inamovible, una fuerza mental, física y espiritual que lo condujo a materializar el “Kyokushin Way” o el Camino Kyokushin. Entendía que la única manera de volverse fuerte y sabio era a través de la superación personal mientras atravesaba duras pruebas que lo llevaban siempre al límite y mas allá. Hoy en día estamos en una organización nueva “Shinkyokushinkai” que tiene al igual que en los años de Sosai, el objetivo de mostrar al mundo la riqueza del Budo Karate, el verdadero Karate. Los tiempos han cambiado como es lógico, los budistas le llaman “la constante impermanencia” y realmente sabemos que lo único que permanece fijo es el cambio, el movimiento. Hoy en día tenemos muchas comodidades, mucho bienestar material, pero gracias a ello también tenemos muchas preocupaciones y malestar, la posibilidad de perder ese bienestar material nos genera incertidumbre y aflicción. Por eso es que buscamos a través del entrenamiento el bienestar espiritual, éste depende solo de nosotros, y aunque los tiempos cambien, nuestro esfuerzo se tiene que mantener constante, nuestra voluntad firme e inamovible, nuestro espíritu calmado, nuestra mente pacífica. Sentir el bienestar de superar un duro entrenamiento, sentirnos mas fuertes después de una actividad física agotadora y obtener sabiduría luego de haber experimentado el camino marcial, es algo que no nos pueden quitar y a diferencia de los bienes materiales que están fuera de nosotros y fuera de nuestro control, las satisfacción del camino del Budo es toda nuestra, nos pertenece, no depende del dinero si no de nuestro puro esfuerzo. Es un bien intangible, invisible a los demás, pero con mucho mas valor que cualquier material. Eso es dentro del Budo, el verdadero camino.Los estudiantes experimentaron muchas cosas estos días a través del entrenamiento, y si bien es verdad que fueron 3 entrenamientos muy duros, seguro se sienten mucho mejor por haber participado.
Uno de los objetivos del entrenamiento era comenzar para los principiantes a aplicar la Doctrina Zen en el entrenamiento marcial. El Zen siempre estuvo envuelto en el Kyokushin a través de Sosai, incluso Sosai decía que el Karate sin Zen no es mas que un “Karate Danza” o “Gimnasia”. El zen no es una religión y está muy lejos de ello, o tal vez está “muy antes” de la religión. La religión es un invento humano, y el Zen es una doctrina que busca mostrar la naturaleza de nuestra humanidad. Independientemente del nombre, no busca mas que sacarnos de nuestra confusión mental, alejarnos de nuestra mente ordinaria, sacar esos pensamientos que nos perturban y nos bloquean. Busca llegar a la mente primordial, o mas bien dejar salir o aflorar la mente primordial. Esa mentalidad que genera la conciencia del “Aquí y ahora” y nos permite estar 100% concentrados en la actividad que estemos realizando.
En el Kihon de Kyokushin, previo al entrenamiento realizamos en Seiza, unos minutos de Mokuso, es un momento para meditar, para limpiar la mente y prepararnos para el entrenamiento, Sosai sabía que no podemos entrenar con una mente sucia, infestada de problemas externos. Con estos minutos de meditación, eliminamos esos pensamientos, esas preocupaciones que solo ensuciarán nuestra concentración para entrenar. Ese solo es el primer paso, luego durante todo el Kihon, debemos mantener esta mente tranquila, equilibrada, esta mente Zen, éste estado se conoce como “Mushin” o mente vacía. Dicho estado está libre de pensamientos, con una conciencia total del “Aquí y ahora” por lo tanto puede percibirlo todo.
Si realmente deseamos avanzar seriamente en el camino Marcial, debemos preocuparnos por sumar la doctrina Zen en nuestro entrenamiento. Sin duda que éste tomará una nueva dimensión o se acercará mas a la verdadera dimensión Marcial, y se alejará cada vez mas de la dimensión deportiva, logrando que cada entrenamiento sea mas rico, que tenga mas contenido.
Esto es solo una pequeña reflexión de quién les escribe, un amante de las artes marciales y del camino Kyokushin. Esperemos que sirva para generar una apertura mental en aquellos que participaron y hacer que se interesen aquellos que no pudieron formar parte del evento.
Solo mes queda decirles que entrenen duro y sigan adelante a pesar de todo.
Los esperamos el año próximo.
Osu!
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